Escrito por: QFB. Liliana Orozco Aceves de la redacción de INMUNONUTRICIÓN CLÍNICA
El pasado lunes 14 de marzo se conmemoró el Día Mundial de la endometriosis cuyo objetivo es dar a conocer este padecimiento que afecta a un porcentaje de la población femenina a nivel mundial y que altera la calidad de vida de las personas que la padecen.
De acuerdo a datos y cifras proporcionados por la OMS, la endometriosis afecta aproximadamente al 10 % (190 millones) de las mujeres y niñas en edad reproductiva en todo el mundo(1) de cualquier etnia-raza y grupo social.
La endometriosis es una enfermedad inflamatoria crónica estrógeno-dependiente de origen desconocido. Se define como la implantación y crecimiento benigno de tejido endometrial fuera del útero, siendo las localizaciones más frecuentes afectadas por la endometriosis el peritoneo pélvico y los ovarios, si bien, ocasionalmente pueden encontrarse lesiones en otras muchas partes como el intestino, vejiga, estómago, pulmón, etc. Este tejido tiene dependencia hormonal del ciclo menstrual, produciéndose sangrado y desprendimiento del mismo con la menstruación(3).
Esta enfermedad debe considerarse como un problema de salud pública con un efecto importante en la calidad de vida de las mujeres, además de ser una carga económica sustancial (2).
Las manifestaciones clínicas abarcan un amplio espectro, encontrando desde mujeres asintomáticas hasta formas severas y crónicas con síntomas dolorosos intensos y/o esterilidad asociada, que requieren varias intervenciones quirúrgicas y para las que no se consigue un tratamiento curativo(3). La dismenorrea, dispareunia profunda, disquecia y disuria son los síntomas reportados con mayor frecuencia(4).
Se cree que el origen exacto de la endometriosis es multifactorial, lo que significa que su presentación se debe a la combinación de muchos factores diferentes. Se han propuesto varias hipótesis para explicar el origen de la endometriosis: menstruación retrógrada, metaplasia celular, proliferación de células precursoras y otros como alteraciones o deterioro del sistema inmunitario, influencias hormonales complejas circunscritas, factores genéticos y, posiblemente, contaminantes ambientales(8).
Debido a la implicación del sistema inmune en la patogénesis de la endometriosis la terapéutica para manipular el sistema inmunológico con agentes inmunomoduladores resulta benéfico (6).
Se ha comprobado que muchas mujeres con endometriosis sienten una mejora significativa en su salud y capacidad para lidiar con la endometriosis simplemente aumentando los elementos de lucha inmunológica dentro del cuerpo. Los alimentos que combaten la inmunidad incluyen altos niveles de antioxidantes y alimentos que contienen altos niveles de vitamina C(5).
Un reciente estudio realizado por la Universidad de Warwick, en Reino Unido afirma como las células del sistema inmunológico podrían estar asociadas al desarrollo e intensidad de síntomas como el dolor producido por la endometriosis. En este estudio se analizó el papel de los macrófagos (un tipo de células del sistema inmunológico). Los científicos utilizaron un cultivo de macrófagos modificados con endometriosis y lograron observar que la presencia de esta enfermedad produce estimulación en el crecimiento de los nervios, lo que podría incidir en la intensidad de síntomas como el dolor(7).
La búsqueda de compuestos prometedores para el tratamiento de la endometriosis ha llevado a la identificación nuevas alternativas. El resveratrol, una fitoalexina polifenólica derivada de plantas, demuestra efectos beneficiosos para la salud de amplio espectro, incluidos los antiproliferativos, antiinflamatorios, antineoplásicos y antioxidantes. Debido a estas propiedades, el resveratrol se propone como un gran potencial para tratar la endometriosis(9).
En modelos animales de endometriosis, la suplementación con resveratrol ha mostrado resultados beneficiosos ya que disminuyó el número y el volumen de los implantes endometriales, suprimió la proliferación, la vascularización, la inflamación, la supervivencia celular y el aumento de la apoptosis. Por otro lado, los estudios in vitro de tratamiento con resveratrol, redujeron la invasividad de las células del estroma endometriósico (ESC) y suprimieron sus respuestas inflamatorias(9).
EGCG Inmuno Complex contiene resveratrol, ingrediente activo que en conjunto con otros polifenoles antioxidantes (EGCG, OPC, Vitamina C, etc.) realiza acción sinérgica inmunomoduladora e inmunorreguladora potencializando sus afectos benéficos.
LACTO Complex fórmula simbiótica enriquecida con el probiótico Bacillus coagulans, prebióticos y vitaminas que favorecen la salud digestiva, disminuye inflamación y los problemas de intestino relacionados con la endometriosis (colon irritable, intolerancias alimenticias, inflamación, mala digestión, reflujo y gastritis).
Al ser el estrés un factor importante en la sintomatología de la endometriosis TEANINA Inmuno Complex es una fórmula estratégica que induce a la relajación y disminución del dolor sin causar somnolencia ni adicción, convirtiéndose en un aliado en el tratamiento de la endometriosis.