Escrito por: QFB. Liliana Orozco Aceves de la redacción de INMUNONUTRICIÓN CLÍNICA
La Esclerosis Múltiple (EM) es una enfermedad del Sistema Nervioso Central, desmielinizante y crónica (1). La etiología de la EM es desconocida, aunque parece ser multifactorial. La EM es una devastadora enfermedad y es relativamente infrecuente, afecta tan solo a 2,8 millones de personas en todo el mundo (4).
Entre los factores ambientales relacionados, el que más se ha asociado hasta el momento es la infección por determinados virus, entre ellos fundamentalmente el virus de Epstein-Barr (VEB) (2).
El virus de Epstein-Barr (VEB) o herpes tipo 4 es el principal causante de la mononucleosis infecciosa aguda y es tan común que el 95 % de los adultos lo presentan. Esta es un síndrome común caracterizado por fiebre, garganta irritada, fatiga extrema y glándulas linfáticas inflamadas. El VEB se transmite comúnmente por contacto con la saliva de un individuo portador del virus, y su periodo de incubación puede llegar a ser de hasta 40 días. El virus puede permanecer activo varias horas y se puede detectar frecuentemente en la saliva de individuos portadores, de ahí que se denomine también “enfermedad del beso” (3).
Durante mucho tiempo se ha sospechado una conexión entre el virus de Epstein-Barr y la Esclerosis múltiple (EM), pero esta ha sido difícil de demostrar.
Un estudio ubicado en la revista científica Science, tras analizar muestras de más de 10 millones de militares estadounidenses, encontró una fuerte correlación estadística entre la infección previa por el virus de Epstein-Barr y la mayor probabilidad de desarrollar Esclerosis Múltiple. Entre los participantes en el estudio la posibilidad de desarrollar esta enfermedad era 32 veces mayor en los que habían padecido infección por VEB que entre los que no (5).
Sin embargo, el hecho de que una persona haya desarrollado una infección por VEB no implica que necesariamente vaya a desarrollar Esclerosis Múltiple ya que son muchos los factores que influyen en esta enfermedad (5).
Una vez que nos ha infectado este virus (VEB), no puede eliminarse del organismo. No obstante, cuando el sistema inmunitario funciona adecuadamente, los linfocitos B infectados, con el virus “activo” (en fase lítica), son eliminados por linfocitos T CD8+ citotóxicos, quedando así solo aquellos en los que el virus permanece en un estado “durmiente” (fase latente). Decimos entonces que la inmunidad mantiene el virus bajo control. Ahora bien, el virus podrá “despertarse” en cualquier momento en que el sistema inmune muestre signos de debilidad como estrés, inmunodepresión, otras infecciones, etc. (6)
Estudios actuales muestran evidencia sobre los efectos benéficos de algunos fitofármacos, en este caso específico la acción de EGCG, Resveratrol y Quercetina en el tratamiento y control del virus de Epstein Barr.
Dicho estudio concluye que el resveratrol inhibe la transcripción de genes líticos y el ciclo lítico del VEB para reducir la producción de partículas virales. El Resveratrol podría ser de uso potencial para el desarrollo de medicamentos contra el VEB (7).
Varios estudios han demostrado que la Quercetina tiene diversos efectos bioactivos, como actividad antiviral, actividad antiasmática, actividad anticancerígena, actividad antiinflamatoria, inhibidor de la monoaminooxidasa. La quercetina reduce la latencia del VEB, aumenta la producción de progenie del VEB e inhibe la infección por VEB. Estos resultados indican que la quercetina podría ser un candidato prometedor para los agentes antivirales VEB (9).
La fórmula exclusiva de ECGC Inmuno Complex es una mezcla de potentes polifenoles antioxidantes, con capacidad inmunomoduladora e inmunorreguladora y actividad antiviral específica. Particularmente contiene entre sus ingredientes principales EGCG al 85% y Resveratrol al 92%.
La fórmula simbiótica de LACTO Inmuno contiene el probiótico Bacillus coagulans y prebióticos cuya actividad en conjunto fortalecen y favorecen la respuesta del sistema inmunológico. Al contener Quercetina como uno de sus ingredientes le otorga a mezcla además una acción antiviral.
Consulta Bibliográfica: