Escrito por: QFB. Liliana Orozco, de la redacción de INMUNONUTRICIÓN CLÍNICA
El sobrepeso y la obesidad en las últimas décadas se han incrementado drásticamente convirtiéndose en un problema de salud pública. Esta tendencia puede ser debida a factores genéticos, prenatales, postnatales, y el consumo excesivo de alimentos hipercalóricos combinado con el sedentarismo.
La obesidad se ha incrementado a tal magnitud, que ha rebasado los índices de la desnutrición. En el mundo, el sobrepeso está presente en más de mil millones de personas y una tercera parte de ellos se encuentra en obesidad clínica. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el problema no sólo afecta a la población adulta, sino también a los menores tanto de países desarrollados como en vías de desarrollo.
De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2018-19), llevada a cabo por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la prevalencia nacional de obesidad en México es más alta que en el promedio mundial, pues pasó de 72.5% en 2016 a 75.2% en 2018, tanto en hombres como en mujeres (1). Por otro lado, el documento revela que el 10.3% de la población mexicana padece diabetes (8.6 millones de personas), y la prevalencia en mujeres pasó de 9.7% en 2012 a 11.4% en 2018, mientras que en los hombres aumentó de 8.6% a 9.1% en el mismo periodo (1).
La obesidad aumenta el riesgo de múltiples afecciones, muchas de las cuales están asociadas con una tasa relativamente alta de morbilidad y mortalidad, como diabetes tipo II, hipertensión y enfermedades coronarias. Los riesgos asociados con muchas de estas condiciones de comorbilidad pueden reducirse con una pérdida de peso modesta. Los métodos de control de peso a menudo producen éxito a corto plazo, pero el mantenimiento sostenido del peso es difícil de alcanzar (2).
La alta demanda para el tratamiento de la obesidad y la poca efectividad de las terapias convencionales favorecen el consumo de productos alternativos. VITA-L es una combinación estratégica de ingredientes naturales y altamente nutritivos, que además de funcionar como un sistema seguro para bajar de peso, otorga energía y regula el metabolismo, al procesar las grasas de manera correcta y efectiva, y al controlar los niveles de glucosa en sangre; evitando así, la predisposición a desarrollar hipertensión, obesidad, diabetes, problemas cardiovasculares y los diversos síntomas inherentes al síndrome metabólico.
“Comer es una necesidad,
(La Rochefoucauld)
saber comer es todo un arte”.
Escrito por: QFB. Liliana Orozco, de la redacción de INMUNONUTRICIÓN CLÍNICA