En los últimos años ha existido avance de la biología molecular, en un afán de conocer cada vez mejor la patogenia de las enfermedades. Entre los numerosos hallazgos realizados se destaca el papel atribuido al oxígeno, una molécula imprescindible para la vida, pero dada su alta reactividad, se conoce que lo que se cree positivo para los organismos vivos, también es un elemento tóxico, que, al existir una perturbación del equilibrio entre las sustancias prooxidantes y antioxidantes a favor de las primeras, genera una situación conocida como estrés oxidativo.